Primer día en Tierras Teutonas

Guten Abend!
Tras un día muy muy muy largo, lo único que siento ahora mismo es el frío de mis dedos del pie a.k.a. "cubitos de hielo". Por suerte, ahora mismo dos mantas y una especie de nórdico veraniego recubren mi sofá-cama. Según las previsiones metereológicas, hace entre 2 y 10 grados durante todo el día. Así que aquellos que estén por venir, que no se olviden de meter la manta de la abuela o el brasero.
La verdad, no tengo mucha chicha que contar del día de hoy, a no ser que sea para decir que en 5 días que no hemos tenido clase se me ha olvidado una buena parte del vocabulario que hemos dado, o al menos mi congelada mente no consigue combinar las letras o palabras para intentar entender las conversaciones de las habitantes de mi casa (por cierto, muy simpáticas, y se están portando muy bien conmigo, cosa que agradezco enormemente) o para intentar articular una frase completa para expresar algo. Sabemos que el alemán no es fácil, nadie dijo que lo fuera.
Mi día de hoy se resume en levantarse a unas horas en las que las calles aún no están puestas, vuelo de 2 horas hasta Munich, abandono a Borja en Munich (o él me abandona a mí, según se mire) y vuelo en un mini avión en el que ni siquiera cabe la mitad del equipaje de mano de los pasajeros y nos hacen facturarlo para meterlo en la bodega (aquí tampoco me quejo porque otros compañeros no han corrido la misma suerte); una "visita" por Bremen en tranvía, desde el aeropuerto hasta la casa en la que me alojo, con cambio de tranvía incluído; charla, o más bien, intento de charla con mi casera tomando un café, compra en el supermercado con su hija de 15 años y cena en familia (a las 19.30!!! mi estómago a esa hora sólo pedía la merienda de todos los días, no unos huevos con BratKartoffeln (con pimienta) y ensalada . Ya sólo me ha quedado tiempo para intercambiar opiniones tanto con los llegados ya a Bremen, como con los que mañana estarán aquí para contaros su primer día en la ciudad de los Trotamúsicos.

Por cierto, voto por adelantar Halloween, ya que ahora mismo no necesitaría ni disfrazarme.

Y después de haceros leer toda esta Biblia y esperar a que me dejen de pitar los oídos, os dejo para que otra persona, con más "chicha" que contar, nos deleite con su aventura del primer o segundo día.
Tschüss!!

Noe